Un año más, las Fiestas Populares de Torrejón de Ardoz terminaron sin incidentes destacables a pesar de las miles de personas que pasaron por el Recinto Ferial y la Plaza Mayor entre el viernes 21 y el miércoles 26 de junio.
Desde el Ayuntamiento destacan el éxito del dispositivo de seguridad con la coordinación entre diferentes policías locales y la Policía Nacional, debido a los precedentes de importantes altercados de seguridad en las fiestas de otros municipios madrileños, que no se han producido en la ciudad de Torrejón de Ardoz.
Las incidencias registradas durante los cinco días que han durado los festejos descendieron con respecto a 2018. En el despliegue de este año se han sumado agentes de la Policía Local de Boadilla del Monte y de Majadahonda, siendo el municipio torrejonero pionero en la Comunidad de Madrid al firmar estos convenios de colaboración para reforzar la seguridad.
El alcalde del municipio torrejonero, Ignacio Vázquez, destacó que “lo más importante en seguridad es la prevención, de ahí el gran despliegue policial y los numerosos controles que se han hecho en la semana previa y durante todas las fiestas”. 
En los filtros de seguridad establecidos en los accesos del Recinto Ferial se identificó a 429 personas, destacado al líder de una conflictiva banda latina al que se le impidió la entrada. Además, fueron intervenidas 11 armas blancas y una pistola simulada y se detuvo a dos personas por tráfico de drogas, tramitándose las correspondientes diligencias judiciales. Igualmente, gracias a los filtros instalados en el entorno de las peñas se incautaron numerosas botellas de vidrio y botes. Se registraron un total de 29 intervenciones sanitarias por intoxicaciones etílicas, así como por pequeñas caídas, o desvanecimientos y uno de los datos significativos ha sido el importante descenso de hurtos de carteras y bolsos con respecto a años anteriores.
La Policía Local levantó 19 actas por tenencia de drogas y 14 actas por venta ilegal de productos, incautándose artículos como gafas, gorros o anillos. La mayoría de estos productos incautados eran falsificaciones y procedían de vendedores ambulantes que carecían de ningún tipo de licencia para su venta y comercialización, haciendo así competencia desleal a todos aquellos comercios que pagan sus tasas e impuestos.
Asimismo, todas las alertas e intervenciones en casetas se solventaron sin incidencias graves y los accesos a la Plaza Mayor y al Recinto Ferial estuvieron, en todo momento, cerrados con vehículos y camiones para evitar intrusiones, prohibiéndose además la circulación de vehículos de más de 3.500 Kilos, salvo los autorizados.
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