¿ Por qué Vacaciones en Agosto?
“Este año a ver si puede ser en agosto” ¿Quién no ha pronunciado o escuchado algo parecido en el lugar de trabajo después de las vacaciones de Semana Santa?
Agosto es el mes de vacaciones por excelencia en España y en toda Europa, el que la mayoría elegimos como período de descanso más largo del año.
Pero ¿Por qué agosto?
Parte de la explicación podría ser el clima. En el hemisferio norte, y sobre todo en algunos países europeos, el invierno es muy frío y cuando más se puede disfrutar de actividades al aire libre es precisamente en los meses de Julio y Agosto.
Aunque sin regulación sobre las vacaciones, eso del clima no hubiera servido de nada. Hace casi 80 años que se permitieron las primeras vacaciones pagadas. Sucedió en Francia en 1936, concedidas por el socialista León Blum. Fueron quince días entre julio y agosto.
En España se “hacía el agosto” porque en los meses de verano era la época de recolección y almacenaje de las cosechas y, como consecuencia, el momento de cobrar y hacer negocio. Al inicio de la Revolución Industrial, era necesario disminuir la producción parcialmente para que parte de los trabajadores se emplearan en la recolección.
Sea por el motivo que sea, existe la tradición y el consenso de que las vacaciones sean en verano y especialmente en agosto, concentrando en ese mes las de la mayor parte de la plantilla.
Todo lo que rodea a la empresa se ve afectado por las vacaciones de agosto: disminuye la actividad en las administraciones, en los proveedores y en los clientes. Viéndolo así, sí que parece ser que Agosto es el mes más apropiado para disfrutar nuestras vacaciones.
¿Viajar en agosto es la mejor idea?
Desde un punto de vista global, para la economía y los sectores productivos lo más adecuado es concentrar el período de vacaciones en un mes manteniendo su actividad a menor ritmo, mientras que en el sector turístico, tan importante para la economía del país, sucede justamente lo contrario.
Sin embargo, poniéndonos del lado de un trabajador que pretende viajar durante sus vacaciones de agosto, rápidamente nos damos cuenta de que éste no es el mejor momento del año.
Los lugares más demandados están al límite de ocupación, con frecuentes retrasos y cupos llenos para las visitas. Por otra parte, la tranquilidad y el descanso también pueden verse afectados y, lo que es seguro: lo sufre nuestro bolsillo.
Para el sector turístico, los meses de verano, y agosto especialmente, marcan los mayores ingresos del año. Es fácil verlo si pensamos en la oferta y demanda de esos meses: si un hotel dispone de 30 habitaciones y tiene una demanda de 40, el precio subirá hasta donde los clientes estén dispuestos a pagar sin buscar otro hotel. Igual sucede en las compañías aéreas, con las plazas de un avión.
Aunque nosotros, como viajeros y ahorradores, deberíamos evitar en lo posible el mes de agosto.
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